Para muchos padres, el que sus hijos participen en las redes sociales es una preocupación permanente y que no siempre saben cómo abordar. Para ellos, y en particular, para los cuidadores, niños, niñas y adolescentes, que forman parte de la cobertura del Programa Abriendo Caminos de la ciudad de Talca, es que se pensó generar un taller en el que se pudieran resolver muchas dudas, mitos y verdades sobre el uso de las redes sociales, tales como WhatsApp, Facebook, Instagram y Twitter, para poder utilizar estas plataformas de forma segura y responsable.

A juicio de los psicólogos, la edad mínima para acceder a este tipo de instancia debiera ser alrededor de los 14 años: “Si existe la necesidad de acceder a una red social antes de esta edad, debe ser necesariamente a través del consentimiento paterno”. En este sentido, se recalca la importancia de estimular en niños, niñas y adolescentes el valor que tiene la comunicación directa por encima de la comunicación mediada por objetos tecnológicos, y en lo posible postergar al máximo el acceso a redes sociales u otros.
En el caso de los adolescentes, se les explica a los participantes: “los jóvenes y adolescentes necesitan sentirse partícipes de algo, de tener su propio sitio personal y de construir una red de amigos. Se buscan sentimientos de pertenencia y afiliación, información, identidad y valores, los que determinan la forma de relacionarse en las redes”. Sin embargo, los adolescentes no tienen su cerebro completamente desarrollado, lo que los vuelve más vulnerables y predispone a conductas de riesgo. Por lo mismo, es indispensable que un adulto esté constantemente supervisando la actividad que tienen en la red.

Finalmente, en la oportunidad, se les entregaron algunos consejos a los adultos responsables, muy sencillos a seguir, tales como: Reducir tiempo de uso de redes sociales y de objetos tecnológicos a una o dos horas por día; Definir en familia espacios libres de aparatos electrónicos; Crear una lista de reglas (sitios a los que puede acceder, tiempos de uso, horarios, contenidos); Durante la noche, desconectar Wi Fi y dejar los celulares fuera de la pieza; Estar alertas a cualquier variación significativa en el comportamiento físico, cognitivo, emocional y social del adolescente, entre otros.